Imagínate lo siguiente: vienes de un pueblo de alrededor de 30 habitantes. Pero tienes que irte a la ciudad para estudiar y trabajar. Yo, por ejemplo, estudié Geología y terminé trabajando en una constructora. Creo que siempre queda algo del pueblo en ti. Algo con lo que soñabas de pequeña, cuando vivías en el pueblo.
Yo soñaba con tener mi propia floristería. En mi infancia, pasaba todos los veranos en la casa de mis abuelos. Jugaba en su jardín, entre flores. Vivía en contacto con la naturaleza. Era algo que echaba de menos cuando vivía en la ciudad.